Otro final más...
Perpetuar las ausencias, genera soledad. Permanecer a lado de la intermitencia y el vacío... corrompe el corazón, lo marchita. Ese anhelo insesante fundamentado en la nada... no es sano.
Porque esos instantes parecidos a una familia... porque esos breves, breves y vacíos momentos, son los que sostienen.... y se pagan con dolor... con Infinita soledad. Y no hay soledad más cruel que la que se siente junto a quien está sin estar. L
Pero los recuerdos de aquella soledad en paz, sostiene. Esas tardes, cuando las lágrimas se habían gastado, y las sonrisas brotaban. Cuando no había nadie ahí a quién llorar y Solamente se respiraba libertad.
La paz implica no esperar y sólo vivir la satisfacción del momento; cuando nada ni nadie hace falta.
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